CAIDA DEL IMPERIO
ROMANO DE OCCIDENTE
El
genio político, jurídico y militar de los romanos no era indestructible.
Gobernar un imperio de tan enormes dimensiones requería de un gran esfuerzo y
de dotes de estadista. No todos los emperadores romanos reunieron esas
condiciones.
ÚLTIMOS
EMPERADORES: mientras el emperador Constantino
gobernó entre los años 312 y 324
en la zona oeste del imperio, Licinio lo hacía en el Oriente. A la muerte de
Licinio durante una campaña militar se reunificó otra vez el mando imperial en
manos de Constantino. La tendencia hacia un gobierno monárquico, donde se
enaltecía la figura del emperador en una corte rodeada de lujos que ya había
comenzado durante el mandato de Diocleciano, se acrecentó. Constantino era la
cabeza de una amplia burocracia aristocrática. La sede del gobierno imperial se
estableció en una ciudad nueva, enclavada en la antigua colonia griega de
Bizancio, que llamó Constantinopla, y que fue fundada en el año 330.
En
el año 313, tomando conciencia de la importancia que tendría sumar los adeptos
a su gobierno a los cristianos, cuyo número crecía considerablemente, decretó
con respecto a ellos El Edicto de Milán (313) que permitía la tolerancia
religiosa. Esa fue la religión que Constantino adoptó en su lecho de muerte, al
ser bautizado.
En
el año 335 dividió en Imperio, para luego de su muerte, entre sus tres hijos,
Constante, Constancio II y Constantino II en el año 353, se reunificó
nuevamente la autoridad imperial. Estos gobiernos fueron sumamente débiles y el
imperio no lograba hallar su unidad. En el año 379, surgió un líder fuerte, el
emperador Teodosio que fue apodado El Grande, quién adoptó el cristianismo como
religión oficial del imperio romano. Fue un gobernante hábil y eficiente con
fuerza de carácter y rigidez de criterio.
LA
RELACIÓN CON LOS BÁRBAROS: en el año 382, Teodosio venció a los visigodos,
pueblo de agricultores que avanzaron sobre Roma presionados por los hunos,
buscando un lugar seguro donde radicarse. Luego de derrotarlos, Teodosio, llegó
a un acuerdo con el rey Atanarico, por el cual se les permitió instalarse en
Mecia, siendo considerados federados del imperio. Se convirtieron así en un
pueblo aliado de Roma y custodio de la frontera.
Es
importante señalar es este período, la influencia de Estilicón, que era hijo de
un vándalo (pueblo bárbaro, denominación dada por los romanos a los
extranjeros) y de una romana. Fue miembro destacado del ejército romano y muy
reconocido por Teodosio I. contrajo enlace con la hija adoptiva y sobrina de Teodosio,
de nombre Flavia Serena. En la batalla de Frígido (año 394) contra Flavius
Eugenius, un usurpador que se levantó contra Teodosio, a efectos de reinstalar
el paganismo, Estilicón demostró su valor, ayudado por Alarico, rey visigodo.
Cunado
Teodosio falleció, en el año 395, en Milán, nuevamente se produjo la división
del imperio entre sus hijos. Arcadio, de sólo 18 años, tomó el mando en
Oriente, con capital en Constantinopla y Honorio, aún más pequeño que su
hermano, en Occidente, con capital en Milán, siendo su regente, Estilicón. Éste
último sector del imperio será el primero en sucumbir, tal vez por estar en
poder en manos de regentes que gobernaban en nombre de soberanos demasiados
jóvenes.
Muerto
Teodosio, Alarico desconfió de que los sucesores del emperador siguieran
respetando el acuerdo.
En
el año 395, Estilicón se enfrentó a las fuerzas del rey visigodo Alarico que
presionado por los hunos pretendía penetrar en el imperio por Tracia al sureste
europeo. En el año 397, Estilicón derrotó a Alarico en Macedonia, triunfos que
se repitieron en Pollentia (402) y Verona al año siguiente. También luchó
contra los vándalos, a pesar de ser él mismo descendiente de ese pueblo, y
contra otras poblaciones extranjeras. En el 405 derrotó a los suevos.
En
el año 406, el jefe godo Radagaiso atacó Roma, pero Estilicón logró derrotarlo,
muriendo Radagaiso decapitado. Sin embargo, ese año la Galia fue invadida por
los alanos, suevos, y vándalos que lograron atravesar el Rhin.
Sin
embargo, en varias oportunidades, Estilicón requirió la ayuda del rey Alarico,
que presentó exigencias al Senado para cobrarse sus favores. Al ser rechazadas
sus pretensiones, invadió Italia en el año 408, lo que motivó que Estilicón
fuera visto con desconfianza. Finalmente Estilicón fue ejecutado en agosto del
año 408.
Los
alanos, suevos y vándalos que habían logrado atravesar el Rhin en el año 406,
hacia el 409, se dirigieron a través de los Pirineos. En poco tiempo, los
invasores formaron reinos que ocuparon las mejores tierras. Mientras tanto, los
sajones invadían Britania.
La
muerte de Estilicón fue seguida por tres asaltos a la ciudad de Roma, queno
resistió y finalmente en agosto del año 410, fue tomada y saqueada por Alarico.
Luego
del saqueo de Roma, Alarico tomó rumbo al sur para conseguir un paso hacia
África, hallando la muerte al sur de Italia. Ataúlfo, su sucesor marchó con us
hombres de Italia hacia la Galia. Allí, colocando a un emperador romano, como
figura meramente simbólica, los godos se instalaron en el año 414, con capital
en Narbona. Ataúlfo tomó por esposa a la hija de Teodosio, Gala Placidia, que
permanecía prisionera desde el saqueo de Roma. Trasladando a Hispania, Ataúlfo
fue asesinado.
En
el año 418, se llegó un acuerdo con Roma, por el cual se les concedió un territorio
ubicado entre los ríos Loira y Garona, en el suroeste de la Galia.
En
el año 420, los hunos se instalaron en las llanuras de Hungría, amenazando la
comunicación entre oriente y occidente, llegándose a acuerdos que incluyeron el
pago de subsidios.
Por
su parte, Honorio, falleció en el año 423 luego de un gobierno nefasto e
intrascendente, donde sufrió la ocupación de Italia por Alarico, siendo
sucedido por Valentiano III, que a su vez contaba con cuatro años de edad y era
nieto de Teodosio, e hijo de Gala Placidia, que a su vez era fruto de la unión
entre Teodosio y Gala, hija de Valentiniano I. o sea, que ante la existencia de
tan jóvenes soberanos el poder estaba a cargo de ministros. Mientras tanto, los
visigodos se incorporaron como fuerza militar poniéndose al servicio del
Imperio.
Esta
circunstancia fue aprovechada por los pueblos bárbaros para tratar de
apoderarse del imperio.
En
el año 429, los vándalos se trasladaron de Hispania hacia África, llegando
hasta el este de Cartago. Las campañas militares de Hispania contra los suevos
y vándalos incluyeron a los visigodos. Éstos se establecieron en el suroeste de
la Galia para contener a los bacaudos.
En
el año 435, los vándalos siguieron avanzando por África, apoderándose del
oriente de Mauritania y luego de Numidia. Finalmente, Genserico tomó posesión
de Cartago.
En
el año 441, estalló la guerra contra los hunos, que como se dijo, se habían
ubicado al norte del Danubio. Los hunos resultaron victoriosos, apoderándose de
Margus, Naissus, Sirmium y Filipópolis. Por suerte a organización política de
los hunos es muy débil. En el año 451, el rey de los hunos, Atila, llegó a un
acuerdo con Constantinopla y tomó rumbo hacia el oeste.
Ese
año se produjo la invasión de Atila jefe de los hunos, pero las fuerzas de
Valentiniano III, al mando del general Aecio, ayudado por visigodos y
burgundios, los derrotaron en los campos Cataláunicos. Con esto se logró
retirar a Atila de la Galia pero se dirigió a Aquileya, Ticinum y Milán
ciudades que tomó y saqueó. Fue recién con la muerte de Atila, en el año 453,
que los hunos perdieron su poder.
En
el año 455 los vándalos saquearon Roma, dirigidos por Genserico, quién estaba
al mando de una flota poderosa, que pronto aumentó su influencia y poderío.
En
el año 453 fue Antemio, que murió asesinado y Olibrio, un senador occidental
exiliado en Constantinopla, que falleció pocos meses más tarde. Le continuó
Glicerio, luego Nepote, que fue desposeído por el general Orestes, que puso en
el poder a su hijo Rómulo.
Pero
la suerte del Imperio ya estaba sellada. Durante el mandato de Rómulo
Augústulo, último emperador de occidente, las fuerzas bárbaras, al mando de
Odoacro lograron deponerlo. Italia pasó a ser controlada por reyes bárbaros
cuya corte se estableció en Ravena.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Voltaire
fue uno de los que trataron de explicar el fenómeno de la caída de Roma, pero
encontró una solución simple, considerándolo como un ciclo evolutivo donde todo
debe terminar, al igual que lo que ocurre con cualquier organismo vivo.
Otros
sostienen que fue la decadencia moral lo que llevó a Roma a su extinción, pero
los que opinan lo contrario, sostienen que de ser así, el imperio ni siquiera
debió existir ya que durante fines de la República se produjeron los mayores
colapsos éticos.
Según
Gibbon el derrumbe se produjo por la mano férrea con que se gobernó, necesaria
para un extenso territorio, pero que quitó libertades a los habitantes, que ya
sentían como patria a su tierra romana. Además los militares se habían
acostumbrado a largos períodos de paz, durante el siglo II, los cuales fueron
perdiendo su valor y espíritu combativo.
Otros
culpan al cristianismo de derivar el pensamiento hacia las cuestiones
espirituales y alejar a los ciudadanos de la conciencia cívica.
Sin embargo, ninguna de estas explicaciones
sirven para sostener cómo el imperio de Oriente siguió su existencia.
La
explicación que parece ser la más acertada es la necesidad en que se vio la
Roma Occidental de reforzar sus ejércitos con fuerzas extranjeras, o sea, aceptar
a los godos como federados, desdibujándose la identificación de fuerzas aliadas
y enemigas. Los miembros de la clase
senatorial, se negaron a entregar para el servicio del ejército a los hombres
que trabajaban para ellos, prefiriendo compensar con dinero su aporte al
ejército. Con ese dinero se reclutaron soldados bárbaros y se pagaron los
subsidios por la ayuda de Alarico, que acrecentaba su poder. Esto diferenció a
Oriente de Occidente ya que el primero nunca dependió de los godos, para luchar
contra sus enemigos externos.
En
el período de las invasiones, se destruyeron puentes, se abandonaron y
devastaron poblados y reinó la inseguridad. Pero una vez establecidos los
reinos bárbaros, cada uno tomó
características peculiares en muchos casos respetando las costumbres y
leyes romanas. La trascendencia de este hecho fue tanta significancia que fue
tomado en cuenta para el nacimiento de una nueva etapa histórica: La Edad
Media.
CAUSAS DE LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO
Cuando
Octavio Augusto recibió el título de Imperator Caesar nada parecía amenazar el
poder de Roma. Nada quedaba fuera de las
fronteras más que pueblos salvajes que sentían más miedo del que provocaban.
Cinco siglos tardarían los ostrogodos, uno de esos pueblos salvajes en derrocar
al último emperador de occidente. El Imperio Romano de Oriente reconvertido en
Imperio Bizantino sobrevivirá todavía mil años más. Cinco siglos no es poco a
la hora de mantener en pie un imperio. Y eso es precisamente lo que resulta tan
misterioso de la caída de Roma. Es fácil de entender un rápido derrumbamiento,
ya sea fruto de una superioridad militar o demasiadas luchas internas, pero ¿
qué clase de fuerzas pueden ser tan lentas y a la vez poderosas como para
desmembrar tan poderoso gigante en un plazo de cinco siglos?
Este
misterio lleva ocupando las discusiones entre historiadores prácticamente desde
entonces. Y muchas teorías han pretendido explicarlo, seguramente muchas de
ellas tienen algo de razón. Algunas de ellas son:
1. INVASIONES
BÁRBARAS: es evidente que la causa de la caída de Roma fue la invasión de
distintos pueblos germanos. También es evidente que la presión militar que
ejercieron estos aceleraron y agravaron la decadencia romana. Pero ¿hasta qué
punto los bárbaros provocaron la crisis y hasta que punto, simplemente se
aprovecharon de ella? Al fin y al cabo, los ejércitos que cruzaron el Rhin a
partir del siglo III eran inferiores en número a los que Roma ya había ya había
destruido en siglos anteriores. ¿Qué fue lo que provocó que Roma perdiera su
capacidad de defenderse? Se especula que los visigodos que invadieron la
Península Ibérica en el siglo IV, eran contando a mujeres, ancianos y niños,
cerca de 200.000 personas. Entonces la Península debía estar habitada por cerca
de 8.000.000 de hispano-romanos. No es entendible el triunfo visigodo sin
contar con la pasividad de amplias partes de la población, algo que resultaría
impensable en el siglo I.¿Qué pudo pasar entre siglo?
2. ENFERMEDADES:
entre el 251 y el 266 se produce la primera gran epidemia conocida capaz de
afectar a todo el ámbito mediterráneo. Es la conocida como peste de Cipriano.
Brotes de distintas enfermedades seguirán reproduciéndose periódicamente hasta
cerca del siglo VIII. No sabemos exactamente que enfermedad provocó la peste de
Cipriano, diremos que no está relacionada con la famosa peste negra de 1348. Lo
más probable parece ser que fuera una enfermedad de origen asiático que
alcanzaría Europa en esta fecha. Pero, ¿fue simplemente la fatalidad la que
provocó la epidemia? Generalmente las enfermedades se ceban en los cuerpos
débiles y se extienden rápidamente entre poblaciones desnutridas.
Históricamente, las grandes epidemias suelen producirse en tiempos de hambre
(1348, 1919), el Imperio Romano lleva cincuenta años sumido en luchas internas
y los cronistas contemporáneos nos hablan del hambre y la desesperación que se
extiende por todo el imperio.
3. DEGERACIÓN
DE LA MORALIDAD: es tradición en todo tiempo y lugar que existan gentes que nos
hable de la gran moralidad de nuestros antepasados y de como dichos valores se
han perdido. Así ocurría en el siglo III y en s I y curiosamente, en el siglo I
a. C. y en el II a. C. aquellos que hoy hablan de decadencia moral se han
encontrado gustosos con los que hablaban
de decadencia moral en tiempos romanos y defienden con entusiasmo que esa fue
la principal causa de la caída del
Imperio Romano, pero ¿efectivamente existió tal decadencia moral? Y de existir,
¿ es esta suficiente para causar la caída del Imperio Romano? La obra más
importante en la que se basa esta teoría es la Historia de los Doce –césares de
Suetonio. Libro popularizado por ser en la que se basa la maravillosa serie Yo
Claudio. Suetonio nos describe un ambiente imperial corrupto y degenerado,
repleto de violencia y lascivia, pero difícil de creer. Suetonio pertenece a
una familia senatorial muy perjudicada
por la llegada del Imperio, y eso puede explicar su aversión hacia los
emperadores y sus constantes elogios a la virtud republicana. En cualquier caso
supongamos que es cierto todo lo que dice, ¿provocó tanta inmoralidad la caída
del Imperio Romano? En realidad los primeros emperadores no resultaron tan
malos. Livia podría ser una mala pécora, pero organizó un sistema fiscal
increíblemente sofisticado y eficaz para su tiempo. Tiberio quizás fuera un
pervertido, pero dejó las arcas repletas. Calígula puede que estuviera
chiflado, pero reactivó la economía del Imperio fomentando el comercio. Claudio
a lo mejor era muy tonto, pero sólo fue
uno de los mejores emperadores de la historia de Roma, sino que además
conquistó Britania, empresa en la que habían fracasado Calígula y el mismísimo
César. A pesar de tanta inmoralidad que Suetonio le atribuye a los primeros
emperadores, el Imperio Romano no sólo entró en decadencia sino que no
alcanzaría su cenit hasta un siglo después. Es probable que la marchas de un
Imperio no tenga nada que ver con el número de personas con las que se acueste
su líder.
4. INESTABILIDAD
POLÍTICA: en sus cinco siglos de historia, las guerras civiles y los intentos
sucesionistas que sufrió el Imperio fueron innumerables. De hecho, ya lo fueron
antes de su formación. El primer emperador, Octavio Augusto, dio fin a una
larga serie de guerras civiles. Guerras que volvieron a iniciarse tras la
muerte del emperador Neron. Tanto conflicto es muy negativo para la economía de
un estado, es evidente. Pero el Imperio había podido resistir muchas de ellas y
de hecho se siguió fortaleciendo después. Es innegable que la inestabilidad
política sin duda agravó la crisis, pero ¿la provocó?
5. CAMBIO
CLIMÁTICO: resulta tentadora esta hipótesis por los tiempos que corremos pero
desgraciadamente no parece demasiado sólida. Durante el siglo I, el clima era
más lluvioso en Hispania y el Sahara era una pradera que, aunque seca y cálida,
un asno podía atravesarla de norte a sur sin morir de sed. El norte de África
tenía una importante producción de cereales, siendo por ello las regiones
actuales de Marruecos, Argelia y Túnez algunas de las más importantes del
Imperio. Esta teoría pondría en relación el final de la riqueza africana con
toda la decadencia del occidente. Sin embargo, no parece que haya sido así. Es
posible que las cosechas africanas fueran menos importantes en el siglo V que
en el I pero todavía seguían siendo lo
suficiente como para que fueran consideradas como de gran riqueza cuando los
vándalos las saquearon.
6. DESINTERÉS:
los ciudadanos del Imperio, antaño orgullosos de su patria, lentamente fueron volviéndole la
espalda. Los poderosos abandonaban las ciudades, para no pagar impuestos. Los
jóvenes no se hacían voluntarios del ejército. Los filósofos volvieron cada vez
más su intelecto hacia lo metafísico olvidando la política. La propia Roma
acabó convirtiéndose en una pequeña ciudad de provincias descolgándose de la
lista de grandes metrópolis. Sin duda, tanto desánimo tuvo consecuencias
desastrosas, reduciendo gravemente las finanzas imperiales y destruyendo la
base de su ejército, que tuvo que depender cada vez más de los mercenarios
bárbaros. Pero al igual que en varios ejemplos anteriores, ¿el desinterés surge
de la crisis o provoca la crisis? En tiempos convulsos en los que parece que
todo va a ir a peor y es imposible que mejore, es natural que las personas
busquen evasiones. Pero algo tiene que provocar tal sensación de desesperación.
7. CRISTIANISMO:
muchas veces se ha hablado de la posible relación entre en ascenso del
cristianismo y la progresiva decadencia del Imperio. Es evidente que la
cronología coincide bastante aproximadamente. El cristianismo era en sus
orígenes un movimiento de carácter revolucionario. Tenía exigencias como: el
fin de la adoración al Emperador, la liberación de todos los esclavos, el final
de las grandes propiedades, el pacifismo radical y la igualación fr todos los hombres como hermanos,
ciudadanos o no, bárbaros o civilizados. Parecería una grave amenaza al
imperialismo romano, no sorprende que este lo persiguiera. Y sin embargo,
lentamente abandonó toda pretensión revolucionaria. Cuando el Cristianismo era
religión, pretendía que el Emperador era elegido por Dios en la Tierra; los
esclavos no sólo no tenían porque ser liberados sino que incluso los clérigos
tenían bastante de ellos; las grandes propiedades eran respetadas ya que los
pobres debían buscar su premio en la otra vida, el pacifismo se mantuvo en la
forma pero no en el fondo y los no cristianos eran infieles con menos derechos.
La religión del amor inició sus primeros siglos de existencia persiguiendo
violentamente a judíos, herejes y paganos, superando sus persecuciones en
número y crueldad a las que el Cristianismo había sufrido anteriormente. El
Imperio fracasó en crear una unidad religiosa basada en la adoración del
Emperador, pero consiguió con creces eses mismo objetivo basándose en el
Cristianismo. Lejos de ser un elemento disgregador el Cristianismo fue uno de
los bastiones a los que el Imperio se aferró especialmente en su último siglo
de existencia. Los bárbaros germanos tuvieron que cristianizarse para poder
dominarlo. Así que el crecimiento del Cristianismo mientras el imperio decaía hay que entenderlo
más bien como una consecuencia de la cada vez mayor dependencia que el Imperio
tenía de él.
8. AGUA
DE PLOMO: existe la teoría de que, como los romanos usaban muchas veces plomo
en sus cañerías, fueron envenenándose con él, siendo cada generación de romanos
más tonta que la anterior.
9. ESCASEZ
DE ORO: existe una curiosa constante en la historia europea hasta la invasión
de América, y es la constante pérdida de oro.
Principalmente perdido en el comercio con oriente. Los productos que
llegaban de Asia eran generalmente ligeros y caros: especies, seda, porcelana,
en cambio los que podía exportar Europa eran baratos y pesados: madera, pieles,
evidentemente, no era práctico para un mercader venir con una carreta y volver
con veinte, así que el pago sólo podía hacerse en metales preciosos.
10. CRISIS
DEL MODELO DE PRODUCCIÓN ESCLAVISTA: una hipótesis tradicional y muy extendida
es la de considerar que Roma debe su decadencia a la crisis de su modelo de
producción esclavista. Roma dejó de expandirse, y por lo tanto, los esclavos
dejaron de afluir al Imperio, encareciéndose y reduciendo la productividad del
sistema esclavistas en el que se basaba la economía del Imperio. A favor de esta teoría encontramos las
sucesivas leyes intentando limitar la emancipación de esclavos y la seria
preocupación que muchos políticos romanos parecieron tener por su número cada
vez más corto. Junto a la evidente reducción de la importancia de los esclavos
con el paso de los siglos.
11. LLEGADA
DEL FEUDALISMO: tradicionalmente se ha considerado que le Feudalismo fue una
importación de los germanos que extrapolarían sus ancestrales relaciones de
dependencia mutua a toda la sociedad. Algunos como Marvin Harris, han llegado a
decir que el Feudalismo habría sido la organización celta preromana, con las
lógicas modificaciones provocadas por siglos de romanización. Se obvia lo más sencillo de todo, y son las evidentes
raíces del Feudalismo en la Antigua Roma. Ya desde la República y desde donde
tengo noticias, los romanos se unían entre sí en rangos de clientela. El señor
(dominus), generalmente una persona poderosa, daba su protección jurídica y
política y a veces, incluso, militar. Esta estructura creció en importancia en
el Imperio, y parece evidente sus similitudes con las posteriores relaciones de
vasallaje. el gaditano Columella, probablemente el más importante economista
del esclavismo, advertía ya en el siglo I a. C. que el trabajo de un hombre
libre era mucho más eficaz que el de un hombre esclavo. Tal observación ha sido
confirmada por modernos estudios sobre el esclavismo en el sur de los Estados
Unidos durante el siglo XIX. Un hombre esclavo trabajará con mayor rapidez
siempre y cuando tenga el látigo encima, no cuidará su material de trabajo y en
general se mostrará depresiva y desmotivado.
LAS INVASIONES Y LA
SOCIEDAD OCCIDENTAL
Invasiones
bárbaras, invasiones germánicas, época de las invasiones o periodo de las
grandes migraciones, son distintas denominaciones historiográficas para el
periodo histórico caracterizado por las migraciones masivas de los pueblos
denominados bárbaros por el Imperio romano, que llegaron a invadir grandes
extensiones del Imperio, ocupándolos violentamente; siendo la cauda directa de
la caída del Imperio Romano de Occidente. Se desarrolló aproximadamente entre
el siglo III y afectó a la práctica totalidad de Europa y la cuenca del
Mediterráneo, marcando la transición entre la Edad Antigua y la Edad Media que
se conoce con el nombre de Antigüedad tardía.
Suele
hablarse de varias fases en esas invasiones, correspondiendo el protagonismo de
las primeras a los pueblos germánicos, mientras que las últimas corresponden a
los vikingos y los magiares, así como a los árabes, protagonistas de la
invasión musulmana del siglo VII y VIII, que incorporó a su civilización la
ribera sur del Mediterráneo.
Todos
los pueblos de la Antigüedad miraron con desdén a sus vecinos. Los clásicos
dieron el nombre de bárbaros a todos los extranjeros de las regiones
fronterizas con el Imperio Romano, y con los que lucharon, si bien se limita la
consideración a los que, ocupando en Europa las regiones al Norte del imperio,
invadieron éste, apoderándose de su parte occidental. Estos pueblos formaban
tres grupos.
Ø El
de la cultura turco-Mongola: como los ávaros y hunos.
Ø El
de la cultura eslava: como los vendas, en lo que hoy es Polonia; los sármatas entre
el Danubio y el Tisza, y los alanos, a orillas del mar Negro.
Ø El
de la cultura germánica: como los godos, francos, vándalos, burgundios y otros.
Durante
la decadencia del imperio romano, fueron muchos los pueblos bárbaros que,
aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se
establecieron en ellas, presionado en forma permanente para entrar. Los
bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV, y establecerse
en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron
en forma violenta.
Los
germanos eran indoeuropeos, como los griegos y latinos. En ellos las aficiones
guerreras se muestran en grado sumo, el trabajo se consideraba menos digno.
Había hombres privilegiados, nobles y plebeyos, existiendo también la
esclavitud, aunque lo general era la monogamia, la poligamia aparece admintida
entre los nobles.
Entre
los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos
en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los
burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones,
los alanos (iranios) y los alamanes constituían el resto de los pueblos.
·
Los vándalos arrasaron las Galias, pasaron
por Hispania, se dirigieron al norte de Africa, conquistaron Cartago, y desde
su puerto se dedicaron a la piratería., asolando el Mediterráneo.
·
Los ostrogodos detentaron el poder con la
asunción de Teodorico, que mató a Odoscro. Los visigodos debieron retirarse de
Italia, dirigiéndose al oeste, a la Galia, estableciendo su gobierno en el sur
de la región y en casi toda Hispania.
·
Los francos se ubicaron en el norte de las
Galias, adoptando la fe católica tradicional, convirtiéndose en los defensores
del catolicismo.
·
Los sajones aliados con los anglos y los
jutos, se instalaron en Britania, con costumbres muy diferentes a las romanas.
Salvo
estos casos aislados, la mayoría eran respetuosas de la cultura romana, y
fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana
comenzó a utilizar como idioma el latín, que luego modificado dio lugar a las
lenguas romances.
RELIGIÓN:
la religión, que hubiera podido ser un elemento conflictivo en la relación de
los invasores con los pueblos autóctonos, se transformó en un factor de unidad
al aceptar la mayoría de los reyes la religión católica.
Los
visigodos abandonaron el arrianismo, religión cristiana no reconocida por la
iglesia Católica, para aceptar esta última en el siglo VI, en Hispania, bajo el
reinado de Recaredo. Los francos rechazaron el paganismo a fines del siglo V,
durante el reinado de Clodoveo I. Así la iglesia católica lejos de debilitarse
cobró un inmenso poder.
LA
SOCIEDAD: se adoptó la ley escrita, según la modalidad romana, ya que ellos se
regína por el derecho consetudinario. Los germanos aceptaron el sistema de la
personalidad de la ley, por la cual cada uno debía ser juzgado por sus propias
leyes. Los romanos, carecían de normas, ya que Roma ya no existía, y por eso,
tuvieron que redactarse las que los regirían en lo sucesivo.
Teodorico,
rey de los ostrogodos, redactó la primera colección de leyes en el año 500,
conocida como el Edicto de Teodorico, para godos y romanos, siendo una
excepción al referido principio de personalidad de las leyes. Estaba compuesta
de 154 artículos basados en resúmenes de fuentes romanas.
LOS
HUNOS: los hunos eran un pueblo nómada procedente de la zona de Mongolia en
Asia Central, que empezó a emigrar al oeste en el siglo III, probablemente a
causa de cambios climáticos. El líder de esta confederación en su máximo apogeo
fue Atila. Probablemente un guerrero ligado a la nobleza de origen Túrquico.
Los
caballos tenían una gran importancia para este pueblo, habituado a combatir
montados, utilizando como armamento lanzas y arcos. Emigraron con sus familias y
grandes rebaños de caballos y otros animales domésticos en busca de nuevas
tierras de pastos donde instalarse. Por su destreza y disciplina militar, nadie
fue capaz de detenerlos y desplazaron a todos los que encontraron a su paso.
Provocaron así una oleada de migraci0nes, ya que los pueblos huína antes de que
llegaran, para no enfrentarse con ellos.
ATILA:
nacido hacia el 406 y muerto en el 453 fue el último y más poderoso rey de los
hunos. Gobernó el mayor imperio de su tiempo desde el 434 hasta su muerte. Sus
posesiones se extendían desde Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el
Danubio hasta el Mar Báltico.
Durante
su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos e los Imperios romanos de
Oriente y Occidente. Invadió dos veces los Balcanes, tomó la ciudad de Roma y
llegó a sitiar Constantinopla en la segunda de las ocasiones. Logró hacer huir
añ emperador Valentiniano III de su capital, Rávena, en el 452. Marchó a través
de Francia hasta llegar incluso a Orleans, la que saqueó, antes de le obligaran
a retroceder en la batalla de los Campos
Cataláunicos ( Chalons-sur-Marne)
Aunque
se imperio murió con él y no dejó ninguna herencia destacada, se convirtió en
una figura legendaria de la historia de Europa.
Entre
los años 235 y 285 Roma estuvo sumida en un periodo de anarquía y guerras
civiles. Esto debilitó las fronteras, y los germanos, en busvca de nuevas
tierras, se desplazaron hasta la frontera norte del imperio. Los emperadores de
la época permitieron el ingreso de los germanos bajo dos condiciones: debían
actuar como colonos y trabajar las tierras, además de ejercer como vigilantes
de frontera. Sin embargo, esta pacificidad se acabó cuando Atila, el rey de los
hunos, comenzó a hostigar a los germanos, que habían invadido el Imperio. Luego
de la retirada de los hunos, las tribus bárbaras se establecieron en el
interior del Imperio: los francos y burgundios tomaron la Galia, los suevos,
vándalos y visigodods se asentaron en Hispania. Los hérulos tomaron la
Península Itálica tras derrotar y destituir al último emperador romano, Rómulo
augusto. Posteriormente, los hérulos se enfrentarían a los ostrogodos, saliendo
estos últimos victoriosos y tomando el control de toda la Península Itálica.
Cabe destacar que si bien los germanos no eran muy desarrollados culturalmente,
asimilaron muchas de las costumbres romanas, formando así la cultura europea
que originó la actual cultura occidental.
Después
de los siglos dorados del Imperio romano, comenzó un deterioro en las
instituciones del Imperio,
particularmente la del propio Emperador. Fue así como tras las malas
administraciones de la Dinastía de los Severos, en particular la de
Heliogábalo, y tras la muerte del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cayó en un estado de ingobernabilidad
al cual se le denomina crisis del siglo III.
Entre
el 238 y 285 pasaron 19 emperadores, los cuales incapaces de tomar las riendas
del gobierno y actuar de manera concorde con el Senado, terminaron pos situar a
Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo período comenzó
la llamada invasión pacífica, en la cual varias tribus bárbaras se situaron, en
un principio en los límites del Imperio debido a la falta de disciplina por
parte del ejército, además de la ingobernabilidad producida en el poder
central, incapaz de actuar en contra de esta situación.
Por
otro lado, las guerras civiles arruinaron al Imperio, el desorden interno no
sólo acabó con la industria y el
comercio, sino que debilitó a tal punto las defensas de las fronteras
imperiales, que privadas de la vigilancia de antaño, se convirtieron en puertas
francas por donde penetraron las tribus bárbaras.
Tras
una breve estabilización del Imperio, en manos de algunos emperadores fuertes
como Diocleciano, Constantino I el Grande y Teodosio I, el Imperio se dividió
definitivamente a la muerte de este último, dejándole a Flavio Honorio el
sector de Occidente, con capital en Roma y a Arcadio el sector Oriental, con
capital en Constantinopla.
Llegada de los
bárbaros a occidente
LOS
REINOS GERMÁNICOS DE OCCIDENTE: al derrumbarse el Imperio Romano de Occidente,
quedan dentro de sus fronteras diversos reinos de origen germánico que pronto
trataran de imponer su hegemonía.
Los
visigodos fueron los primeros en atravesar el Danubio (376). A las órdenes de
Alarico vencen al emperador Valente (378) y son contenidos por su sucesor
Teodosio el Grande que los hace sus aliados. A la muerte de Teodosio, reanudan
sus ataques y se dirigen a Italia.
En
el año 410 Alarico saquea Roma y luego penetra en la Galia. Por último a las órdenes de
Ataulfo, cruza los Pirineos para expulsar a los Vándalos y se establecen en
España. El reino Visigodo comprendió el sur de las Galias y toda España.
Suevos, Alanos y Vándalos atravesaron el Rin en el año 406 y tresd años después
penetraron en España. Los Suevos se instalan en la actual Galicia, los Alanos
en la región Central. Los Vándalos en el sur (Vandalucía) y luego en el norte
de África (429). Francos, alemanes y Burgundios ocupan la Galia. Los francos se
instalan entre el Sena y el Rin inferior. Los burgundios o Borgoñones al este
del Ródano, los alemanes en la región de Suiza.
En
el año 476 el jefe de los Herulos, Odoacro, depuso al joven emperador romano
Augusto, y se proclamó rey de Italia. Pero en el 483 Teodorico, jefe de los ostrogodos, cruzó los Alpes, derrotó a
Odoacro y se instaló en Italia. Teodorico que gobernó con talento político,
logró la fusión entre bárbaros y romanos y el reino Ostrogodo fue el más
importante de los reinos germánicos de occidente. Los sajones y los anglos se
establecieron en la provincia de Bretaña.
Poco
es lo que se sabe acerca del origen de los germanos. Según parece, penetraron
desde el Asia occidental y se instalaron en Europa, en la inhóspita y extensa
región denominada Germania. Estaba situada al este del Rin en los actuales territorios
de Polonia y Alemania, limitada por las costas del mar del Norte y las del mar
Báltico. Su aparición en la historia, los ubica en la etapa cultural de la edad
de hierro. El historiador romano Cornelio Tácito, en su obra escrita en el año
98, se refiere a las costumbres de las tribus germánicas en general y luego
analiza en particular a cada una de ellas.
Los
germanos tenían entre si las mismas características raciales, pero eran
individualistas, sus tribus vivían de forma independiente y, con frecuencia,
luchaban entre si. Aguerridos y orgullosos, propensos al pillaje y a la guerra.
Sin embargo respetaban las costumbres familiares.
Su
nivel cultural era muy bajo y carecían de conocimientos artísticos. Su
actividad industrial estuvo muy poco desarrollada y los trabajos en cerámica
eran toscos y totalmente hechos a mano. El comercio consintió en el intercambio
de productos. No conocían la moneda y solo comenzaron a utilizarla al ponerse
en contacto con los romanos. Habitaban en precarias cabañas de madera y paja y
carecieron de centros urbanos. Periódicamente abandonaban sus tierras en busca
de otras ms productivas. Aunque agricultores, su principal actividad fue la
ganadería, especialmente la crianza de cerdos.
Los
germanos permanecieron mucho tiempo sumidos en la barbarie. Solo la parte
meridional de su territorio, en contacto con el imperio, sintió de a poco la
influencia de la cultura romana y despertó en los germanos la admiración y el
interés por la prosperidad de sus vecinos.
Sabemos
que en el siglo II a. C. las tribus de los Cimbrios y Teutones cruzaron el Rin
y se dirigieron a Italia, pero el general romano Mario los venció y puso fin al
intento. A partir de ese momento se inicia, como se ha visto, el lento, pero
ininterrumpido proceso de penetrar en el imperio.
ORGANIZACIÓNPOLÍTICA:
el individualismo que caracterizó a los germanos influyó en su organización
política, por cuanto no llegaron a constituir un Estado estuvieron divididos en
multitud de tribus o pueblos independientes.
Algunas
tribus germánicas estaban gobernadas por un rey y otras por príncipes o jefes
militares. Los cargos eran electivos y su autoridad estaba limitada por una
asamblea de hombres libres que se reunían generalmente durante el novilunio o
plenilunio.
En
los pueblos monárquicos, el rey estaba al frente del gobierno y del ejército, y
era considerada su estirpe noble. Otras tribus solo elegían un jefe en caso de
guerra. Debían poseer gran valor y capacidad militar y su misión terminaba
junto con la contienda.
Entre
los germanos, la familia fue la base de su organización social. Constituida
bajo el sistema patriarcal, el padre era el jefe absoluto de la misma, dueño de
la vida y de los bienes de la mujer e hijos. El matrimonio era monogámico y si
bien el marido compraba a la esposa, esta gozaba de gran respeto y
consideración. Cuidaba la casa, los campos y la hacienda. Además muchas fueron
sacerdotisas y adivinas, otras participaban en la guerra junto con sus maridos
y hermanos. La tierra pertenecía a la comunidad y todos los años era sorteada
entre las familias. Los caudillos recibían una parte mayor y podían poseer la
casa y el huerto como bienes personales.
Entre
los germanos existían tres clases sociales:
1. La
nobleza constituida por las familias de los jefes y los grupos adinerados.
2. Los
hombres libres formaban la masa principal de la población con todos los
derechos, pero con menos participación en los beneficios.
3. Los
siervos y esclavos carecían de independencia y estaban encargados de los
trabajos pesados, no poseían llevar armas ni guerrear. Castigar a un esclavo,
cargarlo de cadenas, es entre ellos cosa rarísima, los matan algunas veces no
como resultado de su rigor o disciplina, pero si por violencia Y en un primer
ímpetu como mataría a un enemigo.
En
el derecho germano no tenían leyes escritas, sino que se regia por la
costumbre, el delito cometido contra un individuo no afecta a la sociedad, sino
a la familia del agraviado. Por lo tanto, correspondía a los parientes aplicar
el castigo, el acusado debía pagar un precio de sangre o indemnización que
variaba según el estado social de la víctima y la calidad de la ofensa.
Los
juicios era públicos y orales, a falta de pruebas utilizaban el duelo judicial,
es decir, el acusado debía luchar contra su denunciante y si vencía quedaba
demostrada su inocencia. Si los litigantes pertenecían a una clase inferior,
recurrían a las ordalías o juicios de Dios.
Introducían
la mano en un recipiente con agua hirviente o sostenían un trozo de hiero al
rojo. Se consideraba inocente al que los a los pocos días mostrara menos
rastros de las quemaduras.
Los
germanos eran politeístas, paganos y muy supersticiosos, adoraron a ls fuerzas
de la naturaleza, las que fueron representadas con figura humana. Wotan (Odín)
era el padre de los dioses, señor de la guerra y protector de los valientes en
el combate. Su hijo Donar era el dios del trueno, de la tormenta y divinidad en
la agricultura. Tor, dios de la espada, Freya, diosa de la juventud y el amor.
Creían en la vida ultratumba. El premio estaba en el paraíso o Walhalla, morada
de Wotan y sus divinos familiares. En ese recinto solo ingresaban los que
habían muerto en la batalla y eran conducidos al el por las Valkirias, bellas
diosas guerreras que les aseguraban la felicidad por medio de una eterna sucesión
de festines y combates.
Los
que morían de vejez o enfermedad penetraban en la fría morada de Loki, espíritu
del mal y de los infiernos, carecían de sacerdotes profesionales, y las
funciones religiosas estaban a cargo de los reyes y jefe de familia. También
tenían sacerdotisas y hechiceras. No erigieron templos y el culto se realizaba
en bosques sagrados donde sacrificaban animales y algunas veces seres humanos.
Desde
muy antiguo, los germanos eran conocidos por sus vecinos del imperio romano,
pero sus manifestaciones literarias, de por sí muy rudimentarias, solo aparecen
en occidente a comienzos de la Edad Media y coinciden con los movimientos
migratorios originados por las invasiones. La lengua germana primitiva era un
conjunto de dialectos, forma espontánea del idioma, que, si bien se integraban
por medio de una raíz idiomática común, permitía diferencias las
individualidades de las distintas tribus. En la época de las invasiones podemos
clasificar a los germanos desde el punto de vista idiomático de la siguiente
manera:
a) Dialectos
del este (ópticos), godos, vándalos, burgundios.
b) Dialecto
del oeste (wésticos) francos, bávaros, lombardos, alamanes, anglos y sajones.
c) Dialectos
nórdicos, primitivos escandinavos.
A
pesar de que los germanos no tenían lengua escrita, en el año 350 los godos
habían introducido a su idioma la Biblia; por obra del Obispo arriano Ulfilas o
Wulfila (311-383) que tradujo la Biblia a la lengua visigoda.
En
Escandinavia, cuna probable del idioma germánico, una manifestación muy importante
la constituyen las inscripciones rúnicas, la escritura de los antiguos germanos
y escandinavos recibe el nombre de rúnica, creadas a fin del siglo II sobre la
base del un alfabeto de 24 caracteres, divididos en tres grupos de 8 letras
cada uno. Probablemente inspirado en un alfabeto griego con influencias
latinas, la escritura consistía en grabar los signos sobre piedra o madera. Se
utilizaban trazos derechos verticales u oblicuos pero no curvos. Esto facilita
la escritura sobre las fibras leñosas, de por sí verticales. A medida que los
germanos penetraban en el Imperio romano, se modificaban los antiguos límites
entre las dos civilizaciones. Una nueva frontera lingüística apareció entre
ambas culturas y la unidad de occidente comenzó a sufrir profundas transformaciones.
En
latín, que era la lengua de Roma, estaba desde largo tiempo sólidamente
instalado entre los dilatados límites que marcaron su apogeo. Lo germanos
debieron adecuarse a las diferentes características idiomáticas y culturales
prexistentes. Los distintos reinos bárbaros que se instalaron en occidente
mantuvieron al principio sus lenguas y
dialectos, pero su uso fue quedando limitado a los campesinos y soldados. La
nobleza y los aristócratas adoptaron paulatinamente el latín. También se redactaron
en dicho idioma las normas y leyes que rigieron la convivencia entre romanos y
germanos. La conversión de los bárbaros al cristianismo y el uso del latín por
parte de la iglesia contribuyeron a la romanización de las lenguas germanas.
Sin embargo, al recibir la influencia cada vez mayor de las voces bárbaras, el
latín comienza a corromperse. A partir del siglo V las distintas regiones de la Europa germanizada acentúan sus
características particulares y se definen los regionalismos.
El
idioma hablado incorpora gran número de palabras referidas a lo específico del
lugar. En tanto, el lenguaje escrito no las consigna. Otras caen en desuso y el
vocabulario se empobrece. De a poco, los textos de los autores clásicos dejan
de interesar a la mayoría de la población. El latín y la cultura se refugian en
las iglesias y monasterios que se transforman en centros de difusión del saber.
Un
elemento decisivo para la fusión entre los romanos y germanos fue el
cristianismo. Los bárbaros tuvieron las primeras noticias de esta región a
través de los prisioneros capturados a los romanos (siglo IV), aunque su
proceso de conversión fue, en una primera etapa, a través de la herejía
arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo. La prédica de Ulfilas, que
tradujo la Biblia al idioma de los visigodos, permitió la conversión de este
pueblo al arrianismo.
En
épocas en que los germanos invadieron el imperio romano, ya algunas tribus eran
arrianas, pues se habían convertido en sus propias tierras, otros bárbaros,
como los ostrogodos y los burgundios, no tardaron en abrazar la mencionada
herejía. La Iglesia Católica fue quien puso fin a la herejía luego e
evangelizar a los paganos. Entre los germanos, el arrianismo alcanzó gran
desarrollo, pero comenzó a decaer a partir de 496 cuando el rey franco Clodoveo
se convirtió al catolicismo y logró que los obispos de la Galia apoyaran sus
conquistas. Los burgundios quedaron sometidos y se convirtieron al catolicismo
y los visigodos abandonaron el arrianismo en el año 587, cuando su rey Recaredo
también adoptó la fe católica
En
Inglaterra, los monjes irlandeses había logrado la conversión de los pictos,
bretones y celtas. Pero gran parte del territorio estaba en manos de los
anglosajones que continuaban siendo paganos. El Papa Gregorio I (El Magno
540-604), se propuso convertir a los anglosajones y enió a Inglaterra a una
misión evangelizadora que logró su propósito en breve tiempo.
La
Iglesia comienza a recuperar su prestigio en occidente y Roma vuelve a ser la
indiscutible sede del catolicismo.
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